Mapa del investigador y escritor
ocultista James Churchward (1851-1936)
“Había, en efecto, una isla,
situada frente al estrecho, que en vuestras lenguas llamáis las columnas de Hércules.
Esta isla era más grande que la Libia y el Asia reunidos; los navegantes
pasaban desde allí a las otras islas, y de estas al continente, que bañaba este
mar, verdaderamente digno de este nombre. Porque lo que está más acá del
estrecho del que hablamos, se parece a un puerto, cuya entrada es estrecha,
mientras que lo demás es un verdadero mar, y la tierra que le rodea un
verdadero continente. Ahora bien, en esta isla, Atlántida, los reyes habían
creado un grande y maravilloso poder, que dominaba en la isla entera, así como
sobre otras muchas islas y hasta en muchas partes del continente. Además, en
nuestros países, más acá del estrecho, ellos eran dueños de la Libia hasta el
Egipto, y en Europa hasta la Tirrenia.” (Timeo, Platón).
La Atlántida y Lemuria siguen debajo de las aguas después de miles de años de que ocurriera el diluvio universal. En las profundidades de los océanos se encuentran ocultas muchas cosas que desvelarían la verdadera historia de la Tierra y de la humanidad. Algunas personas dicen que la Atlántida y Lemuria fueron, cada uno, un edén, en donde los dioses crearon al humano y a las demás criaturas de la Tierra con la misión de establecer un paraíso y a la vez un almacén genético de las diversas formas de vida que estaban esparcidas alrededor del universo, es decir, de las diferentes expresiones de la creación; algo parecido a un proyecto Tierra propia de una novela o película de ciencia ficción.
Pero una cosa
curiosa que hay que tener en cuenta, es que parece ser los seres de luz se
caracterizan por crear vida y dejar que se desarrolle libremente, mientras que
los seres oscuros se encargan de destruir la vida y de poseerla ¿Qué es lo
único que muta, que muere, que perece con el tiempo? Pues la materia. De ahí
que los satanistas illuminatis adoran a Saturno / Cronos / Satán / Set / Pan /
El / Baphomet / Anu / Baal / Kali / Moloch, etc… deidad de la muerte, del
tiempo, de las cosas perecederas y de la materia. Mientras que el alma humana
es inmortal, es vida eterna llena de harmonía y de luz. Dicho esto, se podría
decir que la dualidad es la realidad del mundo material 3D, y el karma es una
característica de ella.
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El uróboros es el símbolo del ciclo eterno, propio de una realidad material y dual. Muy conocido en algunas civilizaciones antiguas y en muchas sociedades secretas. |
Podríamos
deducir que los únicos que salen beneficiados de una realidad 3D, material y
dualista son los illuminatis y sus dirigentes, las entidades de la oscuridad.
En ningún caso el ser humano. ¿Pero cuándo y por qué la humanidad cayó en ese
estado? Parece ser que la humanidad no siempre estuvo inmersa en la dualidad,
sino que hubo una Edad de Oro. En esa época las cosas eran totalmente
diferentes, ya que estamos hablando del momento en que la humanidad fue creada
por seres de luz. Pero, de su posterior manipulación, se encargaron los seres
oscuros. Esto último caracterizó el final de la Edad de Oro.
Para empezar,
parece ser que en el prometedor proyecto Tierra algo salió mal, algunos dioses
colaboradores de la creación del edén se rebelaron e intentaron sabotear el
proyecto. O incluso pudiera ser que se quedaran tan impresionados con el nuevo
edén que quisieron quedárselos para ellos mismos. ¿O quizás quedaron prendados
de las hijas de los hombres tal como está escrito en el Génesis? Pero la
cuestión es que esos seres luego pasarían a ser los llamados ángeles caídos de
la Biblia (recordemos que la Biblia es una readaptación de múltiples creencias
paganas antiguas).
Y es que esas entidades
que pasaron de la luz a la oscuridad debido a su obsesión por la materia
tentaron al humano ofreciéndole sabiduría, técnicas, conocimientos científicos
(recordemos el mito griego de Prometeo y el del árbol del conocimiento bíblico)
y la promesa de llegar a ser dioses conociendo el bien y el mal (la trampa de
la dualidad), pero eso sí, dioses subordinados a ellos y a sus intereses. Esto,
por lo tanto, nos recuerda al episodio bíblico de la Caída.
Todo esto tuvo
como consecuencia una guerra entre distintas razas y/o entidades que incluso se
expandió a diversas regiones de nuestra galaxia. Es por esto que escuchamos
historias sobre seres pleyadianos (del grupo de estrellas de las Pléyades) que
luchan contra reptilianos (provenientes de las constelaciones de Orión y de
Draco) ocultas simbólicamente en mitos como los de San Jorge de Capadocia, San
Miguel, etc.
Es más, podemos
ver en la mitología egipcia un episodio en donde el dios halcón (Horus), una de
las manifestaciones del disco solar, alanceó a Set (SATanás / SATurno / Baal /
Moloch…) y lo sumergió en las tinieblas, derrotándolo…
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Arriba podemos apreciar en un relieve del templo de Edfú, (Egipto) la escena en donde Horus da caza a Set con una lanza. Vemos a Set representado como un hipopótamo. |
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Horus contra Set. |
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¿A qué nos recuerda esto? |
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Aquí podemos ver una ilustración del siglo XV del relato “cristiano” de San Jorge matando al dragón, una criatura reptiliana. |
Una cosa que creo que es importante explicar, es que algunos investigadores no están de acuerdo en que los reptilianos sean los anunnakis (anunnaki quiere decir “los que vinieron del cielo a la Tierra”, es decir, de Nibiru a la Tierra.). Sin embargo, recordemos que en la antigua Sumeria se hacían representaciones de los dioses anunnakis con rasgos reptilianos. Hay una tablilla sumeria que data de alrededor del 3500 a.C. que describe la llegada de los anunnakis con esta frase: “Los reptiles descienden verdaderamente”. Y es que debemos tener en cuenta que los anunnakis son los 23 dioses del panteón sumerio, incluyendo a Enlil (señor de los vientos) y a Enki (señor de la tierra). A estos dioses se les llamaba “Sir” que significa gran serpiente o dragón (nombre que todavía se siguen poniendo algunas noblezas de hoy en día). Los mismos sumerios se referían a sus dioses como serpientes feroces y aladas. El término U-SHUM-GAL, a menudo utilizado para describir a Enki, se traduce por “serpiente voladora y feroz” y el dios anunnaki Ninurta se llamaba MUSH-SHA-TUR-GAL-GAL, que significa “la serpiente voladora con la mirada ardiente”.
Es por eso que
en este blog me refiero a las entidades oscuras que dominan el planeta como los
anunnakis/reptilianos para evitar confusiones.
Por lo tanto, y
siguiendo con la historia, los anunnaki/reptilianos se apoderaron del edén y
empezaron a convivir con los humanos, construyeron templos, megalitos,
pirámides y ciudades; manipularon genéticamente al hombre tanto como quisieron,
crearon el imperio global de la Atlántida y Lemuria, se mezclaron con las
mujeres humanas engendrando criaturas, gigantes o nefilim para dar lugar a
dinastías sagradas, impusieron adoraciones y rituales de magia para que ellos
pudieran alimentarse de las energías que surgían de esas adoraciones y entre
otras muchas cosas.
Pero llegó un
momento en que los anunnaki/reptilianos bajaron tanto las frecuencias
vibratorias de la Tierra debido a la gran cantidad de magia y/o energía negra
que se utilizaba, que la situación se hizo insostenible y una guerra entre
facciones anunnakis se desató. Unos querían extinguir a la humanidad y otros
querían seguir manteniendo al humano como esclavo y alimento (para eso serviría
Noé) ¿Enlil versus Enki? Esto tuvo como consecuencia un diluvio universal,
inundando y destruyendo el imperio atlante/lemuriano (que se había convertido
en el centro de operaciones de la oscuridad) y otras muchas zonas del globo
terráqueo.
Una cosa que
hay que remarcar, es que se podría decir que la humanidad no sufrió una Caída,
sino dos. La primera podría ser perfectamente cuando Adán y Eva (simbólicamente
hablando) comieron del árbol del conocimiento tentados por la serpiente,
aceptando entrar en una realidad dual y que se les dejara manipular genéticamente.
La segunda, por otro lado, sería el diluvio que arrasó la Tierra debido a que
los seres oscuros o ángeles rebeldes engendraron todo tipo de criaturas
provenientes de las mezclas con los humanos, poblando así la Tierra y causando
estragos y malestar en otras facciones de los anunnakis/reptilianos, es decir,
la facción de Enlil.
Así que tenemos
que el diluvio (o segunda Caída) dispersó y aisló a las poblaciones del planeta
que habían sobrevivido y se tuvo que comenzar de nuevo, ya que gran parte del
conocimiento antediluviano se había perdido con el desastre global. Además,
tengamos en cuenta que la escritura nació en las primeras civilizaciones
postdiluvianas, es decir, en Sumer y en Egipto. Por lo tanto, lo ocurrido en la
Atlántida y Lemuria solamente se
registró en la tradición oral. Y es que a partir de la tradición oral se
crearon las mitologías de los diversos pueblos antiguos de la Tierra de hoy en
día, sin embargo, recordemos que el flujo de conocimientos mediante el habla
durante generaciones no es tan estable como el conocimiento escrito, es por eso
que es difícil saber qué se quería decir exactamente en tal o cual mitología,
ya que a lo largo de generaciones se iban cambiando diversos aspectos de la
historia durante las narraciones orales en diferentes culturas, que antes
fueron una y que luego fueron separadas y aisladas por el diluvio.
Por lo tanto,
después del diluvio la humanidad ya estaba definitivamente condenada a estar en
un mundo material 3D y de alta densidad debido a la manipulación que habían
hecho los anunnaki/reptilianos. Pero, ¿qué pasó con ellos? Y es que la Tierra
se había vuelto tan densa, que a las entidades o dioses de la oscuridad les
costaba manifestarse físicamente para interactuar con los humanos, es decir, no
podían materializarse tan fácilmente como antes ¿Quizás subieron mucho más la
densidad para esconderse ante los ojos de los humanos y manipularlos más
fácilmente desde otras dimensiones? Recordemos que la materia es energía muy
densa o energía que está muy condensada. En este blog no me cansaré de decir
que esto último es clave, ya que a partir de la subida de densidad (o segunda
subida de densidad/segunda Caída) los anunnaki/reptilianos dejaron de convivir
físicamente con el hombre y empezaron a utilizar a grupos de humanos
(sacerdotes, reyes, etc.) como vehículos o portales orgánicos para que
siguieran sus planes de dominación. Estos primeros pasos de apoderarse o poseer
a personas mediante rituales, ceremonias, programaciones mentales, etc. desde
el astral, quizás comenzó en las primeras civilizaciones postdiluvianas, es
decir, Sumeria, Egipto y Babilonia, entre otros muchos lugares (aunque la zona
de Egipto antes de diluvio ya era una colonia atlante).
Así que podemos
decir que a partir de aquí, empieza a surgir el grupo de humanos trabajadores
de la oscuridad al que yo llamo illuminatis, es decir, esa red de grupos,
organizaciones y sociedades secretas que dominan el mundo actualmente. Aunque
en realidad, el nombre illuminati surgió exclusivamente para nombrar a la
famosa sociedad secreta del judío alemán Adam Weishaupt en el siglo XVIII. Los
illuminatis de Baviera.
Por lo tanto,
tenemos que la oscuridad tomó la Tierra y la convirtió en su granja humana. El
humano del edén antes de la primera caída y su posterior manipulación era muy
ingenuo, era inocente, pacífico, andrógino, inmortal y telepático. Los
anunnaki/reptilianos eliminaron todo eso y le impusieron al ser humano el
lenguaje hablado para que abundara la mentira, ya que con el habla no se podía
conocer la verdadera intención de la persona. El resultado fue un éxito rotundo
para la oscuridad.
Y es que si los
anunnaki/reptilianos y sus títeres, los illuminatis, han creado un sistema
enormemente sofisticado y bien calculado de esclavitud y de ignorancia hasta el
día de hoy, es porque saben perfectamente que el humano puede evolucionar y
salir de la matrix utilizando su libre albedrío y el poder del pensamiento.
Ellos tienen en cuenta que el fin del estado de la dualidad, de su tiranía
anunnaki/reptiliana, forma parte de la evolución humana, no lo pueden evitar,
pero sí retrasar; por eso hoy en día los servidores de la oscuridad son
conscientes de que tienen sus horas contadas y están haciendo todos los
desastres posibles antes de marchar. Ellos tienen que aprovechar el poco tiempo
que les queda como dueños del mundo. Y después, la humanidad tendrá otra Edad
de Oro, en donde los seres humanos podrán entrar y salir de la materia y/o de la
dualidad a consciencia, a voluntad. Incluso hasta podrán hablar con los
animales, ya que no existirá el lenguaje, sino la telepatía, y por lo tanto, el
fin de las mentiras. Los humanos se convertirán en seres de luz que se
expandirán y crearán vida en los diferentes confines del universo, y seremos
muy buenos, ya que no se nos olvidará la lección de los seres oscuros, una
lección que se podría considerar uno de los mayores desafíos del universo para
llegar a evolucionar definitivamente. Superar la dualidad.
1 comentarios:
ole
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