La
humanidad a lo largo de su historia ha sufrido devastadoras epidemias que han
amenazado su existencia. Hoy en día, la ciencia nos ha dado explicaciones sobre
las causas, síntomas y consecuencias de las enfermedades que han azotado a los
hombres. Sin embargo, aún quedan ciertas dudas en el aire sobre algunas
epidemias, y más si tenemos en cuenta las crónicas de la época en donde se
estaba desarrollando. En este post, me centraré en la peste negra o peste
bubónica medieval, ya que he visto que han ocurrido ciertos fenómenos paranormales paralelamente a
esta peste.
La
peste negra o muerte negra se dice que llegó a Europa desde Asia mediante las
invasiones mongolas y los comerciantes marítimos, allá en el siglo XIV. A
partir de ahí, continuó azotando de manera decreciente en pequeños brotes hasta
bien entrado el siglo XVIII. Pero el período más mortífero de la peste en
Europa fue en sus comienzos, a partir de 1347, donde llegó a exterminar aproximadamente
a la mitad de la población europea de aquella época.
Se
piensa que fueron dos tipos de peste, la primera es de tipo bubónica, que es la
más común y se caracteriza por una inflamación de los ganglios linfáticos
llamada bubón, acompañada por vómitos, fiebres, etc. Este primer tipo no es
contagioso entre los seres humanos y por lo tanto se necesita un portador
activo, como las pulgas, para que
pudiera darse la infección. Esto hizo que muchos historiadores pensaran
que los roedores infestados por pulgas fueron los que expandieron la peste
bubónica. Es más, se dice que la disminución de la población de gatos,
producida por la creencia inquisitorial de que los gatos eran seres oscuros o
encarnaciones de brujos y demonios, hizo que los roedores pudieran
multiplicarse al no tener a uno de sus depredadores principales. Vemos por lo
tanto que la teoría de los roedores es una de las más aceptadas y creíbles.
El
segundo tipo de peste es la llamada neumónica y es la más contagiosa. Se
presenta con escalofríos, respiración acelerada, fiebre y tos con sangre, con
resultados casi siempre fatales y se transmite fácilmente en sitios de clima
frío y pobre ventilación. Hoy en día muchos médicos creen que este tipo de
peste negra fue el responsable de la mayoría de las muertes en la Europa
medieval debido al hacinamiento, la promiscuidad y las pobres condiciones
higiénicas de aquella época.
Sin
embargo, aún persiste la duda sobre qué causó la peste negra, más que nada si
tenemos en cuenta que muchos de los brotes ocurrieron en regiones despobladas
durante un caluroso verano y que no todos estuvieron precedidos por una
invasión anormal de roedores. Además, ¿Cómo es posible contagiar poblaciones
enteras aisladas que no han tenido contacto con áreas infectadas anteriormente?
¿Por qué las epidemias desaparecían abruptamente? ¿Será que de la nada surgen
epidemias como pasa en nuestros días con el SIDA, el Ébola, la gripe porcina,
etc.?
Lo
normal para un historiador sería ver los registros de los años de la peste.
Pero cabe decir que muchos presentan historias paranormales, cosa que no se ha
dado importancia básicamente porque hoy en día se piensa que las personas de
aquella época eran ignorantes, supersticiosas, dogmáticas y fantasiosas, y por
lo tanto no había que hacerles mucho caso. Sin embargo, un escritor muy famoso
del área de la ufología llamado William
Bramley y su libro Los Dioses del
Edén, interpreta los extraños fenómenos que sucedían antes, durante y
después de la peste, cuya fuente son las crónicas de la época recopiladas por
diversos autores.
William
Bramley es el autor de uno de los libros más populares sobre la teoría de los
extraterrestres civilizadores o antiguos astronautas, Los Dioses del Edén. Un libro muy recomendado en donde habla sobre
una raza extraterrestre esclavizadora que él denomina los Custodios y que
claramente hace referencia a los anunnaki/reptilianos. También habla sobre las
religiones que crearon (cristianismo, judaísmo e islam) para someter al hombre
y de aquellas religiones que en principio provenían de una buena espiritualidad
humana pero que fueron luego corrompidas por los Custodios, como el budismo y
el hinduismo (religiones Maverick según William).
William
nos cuenta que una gran cantidad de gente por toda Europa y otras regiones del
mundo que fueron víctimas de la peste, informaban que los brotes eran
ocasionados por una niebla de olor
nauseabundo. Esta niebla llegaba con frecuencia después de la aparición de extrañas luces en el cielo y tanto la
niebla como las luces, según los historiadores, aparecían con bastante
regularidad en las localidades infestadas por roedores. Cabe decir que los años
de la peste negra fueron períodos de fuerte actividad OVNI y para mostrarlo
solamente hay que ver las obras de arte de aquella época:
Le Livre Des Bonnes Meurs
de Jacques Legrand, siglo XIV
El Milagro de la Nieve
de Masolino Da Panicale, siglo XIV
La Crucifixión, de un monasterio en
Kosovo, siglo XIV
La anunciación
de Carlo Crivelli, siglo XV
La Madonna con Saint Giovannino de
Domenico Ghirlandaio, siglo XV
The
Magnificat, siglo XV
No
solamente las obras de arte nos muestran que eran frecuentes los fenómenos
ufológicos, también tenemos los informes de la época que describían que al
primer brote de la peste, seguía una serie de acontecimientos extraños en el
cielo. Cabe precisar que en el libro, William está convencido de que la peste
negra fue un ataque bacteriológico de los Custodios.
Uno
de los informes recogidos por William decía lo siguiente:
“Entre los años 1298 y 1314, fueron
vistos sobre Europa siete grandes “cometas”, uno de los cuales fue de una
oscuridad impresionante. Un año antes del primer brote de la peste en el
continente europeo, se informó de una columna de fuego sobre el palacio del
Papa en Avignón en Francia. Al principio del año fue observada una bola de
fuego sobre París, y según se dice, ésta permaneció visible a los observadores
por algún tiempo. Para la gente de Europa, esas visiones presagiaban la
aparición de la peste y en efecto así sucedía”.
Nohl, Johannes, The
Black Death, A Chronicle of the Plague (London, George Allen and Unwin
Ltd., 1926), pp. 56-57.
Es
importante observar que casi todos los objetos extraños observados en el cielo
eran considerados cometas. Veamos otro ejemplo que recoge William de un libro
llamado Una cronología de Prodigios y
Portentos de Conrad Lycosthenes, específicamente la página 494, donde habla
de un cometa en el año 1479:
“Un cometa fue visto en Arabia con
la forma de una rayo de madera puntiagudo…”
El
texto incluye una ilustración del “cometa”:
¿Un
cometa? En el siglo XXI llamamos a esto un OVNI
Incluso
con el primer brote en Asia, los fenómenos aéreos y la peste negra estaban ya
relacionados, como podemos observar en el siguiente texto de un historiador:
“Las primeras informaciones sobre
la peste llegaron de Este. Ellas eran confusas, exageradas, temibles, cuando
informan desde este cuarto del mundo, en muchas descripciones, de tempestades y
terremotos, de meteoros y cometas arrastrando gases nocivos que matan los
árboles y destruyen la fertilidad de la tierra”
Deaux, George, The
Black Death, 1347 (New York, Weybright and Talley, Inc., 1969), p.1.
Vemos
por lo tanto, que los extraños fenómenos en el cielo pareciera que estaban
rociando ciertos compuestos químicos o biológicos. Pero esto no es todo, desde
algunos minutos hasta un año antes de que brotara la peste, los fenómenos del
cielo a veces venían acompañados de figuras
escalofriantes de aspecto humano y vestidos de negro. En muchas ocasiones,
las figuras fueron vistas bordeando las aldeas y ciudades, y su presencia era señal de un inmediato
brote de epidemia. Veamos un escrito del año 1682:
“En Brandenburgo, Alemania,
aparecieron en 1559 unos hombres horribles, de los cuales fueron vistos primero
unos quince y más tarde veinte. Los primeros tenían sus pequeñas cabezas
colocadas por el lado posterior, y los otros tenían espantosas caras y llevaban
largas guadañas con las que cortaban la avena, así que el crujido de las guadañas fuera oído a gran
distancia; pero la avena quedaba en pie. Cuando se le acercaban algunas
personas, al verlos se iban corriendo con sus segadoras”.
Nohl, Johannes, The
Black Death, A Chronicle of the Plague (London, George Allen and Unwin
Ltd., 1926), pp. 53-54.
La
visita de esas figuras extrañas a los campos de avena fue seguida por un severo
brote de peste en Brandenburgo.
Según
William Bramley, las guadañas que hacían un sonido similar al segador podrían
haber sido instrumentos diseñados para rociar veneno o gas con una carga
química o bacteriológica. Es decir, los pobladores malinterpretaban el
movimiento de las “guadañas” como un intento de cortar la avena cuando, de
hecho, los movimientos eran acciones para rociar las ciudades y campos. Esta
interpretación parece lógica, ya que además, el texto anterior decía que la
avena quedaba intacta después de la visita de las figuras misteriosas.
Veamos
otro texto que recoge William en donde vuelven aparecer los “hombres” de negro:
“En el año de Cristo de 1571, fue
visto en Cremnitz, en los pueblos montañeses de Hungría, por el día de la
Ascención en la tarde, una muy grande perturbación, la más grande de todas,
cuando sobre Schuelesberg, allí apareció tanto jinete negro que prevalecía la
opinión de que los turcos estaban haciendo una invasión secreta, pero quienes
rápidamente desaparecieron otra vez; y llegado a este punto se desató una
terrible peste en el vecindario”.
Nohl, Johannes, The
Black Death, A Chronicle of the Plague (London, George Allen and Unwin
Ltd., 1926), p. 63.
Vemos
aquí una pintura ecuatoriana, cuyo autor desconozco, en donde sale representado
una especie de demonio con cola de reptil portando una guadaña mientras azota
un pueblo.
Vemos
que el dios Cronos o Saturno, que se le representa también como el padre del tiempo
o incluso la propia muerte lleva una hoz o guadaña. De Saturno viene el
satanismo de los Illuminatis (marionetas los Anunnaki/reptilianos, que a la vez
son demonios o entidades interdimensionales). Siempre se ha dicho que los
demonios tienen fácil dominio sobre la materia, y como vemos, la materia es lo
único que se destruye o “muere” con el tiempo. Por eso ellos quieren que las
personas sean superficiales y materialistas, para que nos olvidemos del mundo
espiritual, en donde no hay tiempo y los demonios pierden. Eso sí, siempre y
cuando no hayas vendido tu alma como lo hacen los Illuminatis.
Pero
el fenómeno más frecuente relacionado con la peste negra, según los reportes,
es la aparición de una extraña y
venenosa “niebla” o “vapores”. Como se ha dicho antes, la relación entre
los fenómenos “meteorológicos” y la peste ya se había observado desde sus
mismos comienzos:
“El origen de la peste cae en
China; se dice que allí comenzó la tormenta ya en el año de 1333, después de
una terrible niebla que emitía un horrible hedor e infestaba el aire”.
Nohl, Johannes, The
Black Death, A Chronicle of the Plague (London, George Allen and Unwin
Ltd., 1926), p. 2.
Veamos
otros textos en donde se recalca que el contagio no se daba entre personas,
sino que se contraía cuando se inhalaba el aire maloliente:
“Durante todo el año 1382 no hubo
viento, en consecuencia de lo cual el aire se volvió putrefacto; así que brotó
la epidemia y la peste no pasó de un hombre a otro, sino que cada uno de los
que murió por ella la tomó directamente del aire”.
Nohl, Johannes, The
Black Death, A Chronicle of the Plague (London, George Allen and Unwin
Ltd., 1926), p. 63.
“Un incidente con terremoto y bruma
pestilente fue reportado desde Chipre y se creyó que el viento había sido tan
venenoso que los hombres caían fulminados y morían de eso”.
Deaux, George, The
Black Death, 1347 (New York, Weybright and Talley, Inc., 1969), p. 2.
“La gente estaba convencida de que
los que contraían la enfermedad de la peste, lo hacían de la misma manera como
era común descrita, o sea, realmente, cuando esta llegaba desde las calles como
una bruma pálida”.
Deaux, George, The
Black Death, 1347 (New York, Weybright and Talley, Inc., 1969), p. 78.
William
nos recuerda que en la Biblia se dice que las plagas eran el método utilizado
por Yahveh para castigar a la gente por sus pecados y el brote epidémico de
1347 fue precedido por trastornos en la atmósfera, tormentas, extrañas
invasiones de insectos y fenómenos celestes, que se parecieron bastante a las
diez plagas de los faraones. Como vemos, el Yahveh rencoroso, vengativo y
sangriento del Antiguo Testamento tiene muchas analogías con los dioses Anunnakis
(“los que del cielo bajaron”) de los
sumerios.
También
hubo informes de sonidos atronadores
en conexión con los brotes de la peste. Los sonidos eran similares a los
descritos en la Biblia como acompañantes de la aparición de Yahveh:
“Durante la peste de 1565 en
Italia, rugidos de truenos se oían día y noche, como en la guerra, junto con un
alboroto y el ruido como de un ejército enorme. En Alemania, en muchos lugares
se oyó un ruido como si una carroza fúnebre estuviera pasando por la calle”.
Nohl, Johannes, The
Black Death, A Chronicle of the Plague (London, George Allen and Unwin
Ltd., 1926), p.65.
Como
vemos, William Bramley nos muestra citas de la época de la peste en su libro que
pueden demostrar que los OVNIs (o sociedad Custodia como los llama él, es
decir, los Anunnaki/reptilianos) bombardearon o fumigaron a la raza humana con
enfermedades terribles. Y mi pregunta para concluir es ¿esto terminó aquí?
Chemtrails,
siglo XXI
3 comentarios:
¿Que opinas de que la peste negra no afectó a sitios como Polonia o Milán?
Y el hombre polilla? No tendra parentezco con esas apariciones?
Pandemia de coronavirus ahora en 2020 y se vuelven a ver luces extrañas y sonidos inexplicables... en fin jajajja
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